En la región de Córdoba, al norte de Colombia, el Caribe se encuentra con vastas llanuras verdes y fértiles, moldeadas por ríos caudalosos como el Sinú, que serpentea entre paisajes de majestuosa biodiversidad. Esta tierra, cálida y acogedora, es un mosaico de culturas vibrantes, donde el legado de los pueblos indígenas y afrodescendientes se entrelaza con la naturaleza, creando un espíritu único que se siente en cada rincón.
De este suelo generoso, bañado por la brisa marina y el sol tropical, emergen granos de cacao que capturan la esencia misma de Córdoba: intensos, con notas de nuez y miel, y un sutil toque a frutas tropicales. Es un reflejo del alma de la región, profundo y rico, como un homenaje a su herencia y su conexión con la tierra.